El papa Benedicto XVI, al cierre de su visita a España, condenó ayer el aborto y la eutanasia, defendió la "dignidad y el valor" del matrimonio heterosexual como expresión excluyente del "orden natural" y criticó el laicismo del gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Durante el acto de consagración del templo de la Sagrada Familia de Barcelona, el Pontífice dijo que la Iglesia católica "se opone a todas las formas de negación de la vida humana, y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar".